Nuestra historia

La Red Departamental de Mujeres

La historia de la Red Departamental de Mujeres del Cauca – REDEMUC, tiene sus orígenes en los grupos espontáneos de Mujeres que se organizaron en los Asentamientos Humanos creados la misma noche del terremoto del 31 de marzo de 1.983 en la ciudad de Popayán. Junto a los comités cívicos que atendieron la emergencia, las mujeres se dieron a la tarea de organizar sus viviendas con  cartón y plásticos, a proveerse de servicios provisionales de agua, energía y seguridad para no ser desalojadas de los terrenos que ocuparon.

 

Desde entonces la Fundación para la Comunicación Popular – FUNCOP, se vincula al trabajo de los Asentamientos Humanos, para contribuir en el fortalecimiento de las organizaciones comunitarias y particularmente, brindar apoyo, capacitación y atención en salud a las mujeres y sus familias.

 

Otras organizaciones que se vinculan a este proceso de reconstrucción son el Sena, la Gobernación y la Universidad del Cauca. Una vez las mujeres empiezan a conocer sus derechos, no tardan en convocarse a encuentros barriales donde comparten sus experiencias sobre el surgimiento de las organizaciones en los nuevos barrios de Popayán. En estos encuentros empezaron a denunciar la problemática de violencia intrafamiliar que ya se develaba en la consulta médica realizada por la doctora Esperanza Cerón en los puestos de salud.

Años más tarde, los grupos de mujeres ya fortalecidos, deciden agruparse en una instancia de segundo nivel, la cual denominaron “Red Municipal “Mujeres de Pubenza”. Desde esta instancia, continuaron la capacitación sobre derechos de las mujeres y empezaron a preparar mediante encuentros permanentes, un documento que argumentaba la necesidad de crear la Comisaria de Familia en el municipio de Popayán. Con el acompañamiento del programa Mujer Funcop, se invita al ICBF a sumarse a esta iniciativa y junto a algunas profesionales de esta entidad, se coordina la estrategia de gestión de la propuesta de la Comisaria ante el gobierno de Luis Fernando Velazco Chávez quien asumió el compromiso y el 8 de marzo de 1993 fue sancionada mediante acuerdo por el Honorable Concejo de Popayán.

 

A partir de la fecha, la Red Mujeres de Pubenza en coordinación con el Programa Mujer de Funcop, comienza a denunciar ante la nueva instancia gubernamental, los casos de violencia intrafamiliar, sexual y de género ocurridos en la sociedad payanesa. Años más tarde, la misma organización junto a otras mujeres profesionales y académicas, juega un papel protagónico en la creación de la Oficina de la Mujer de Popayán, para que el Estado asuma la responsabilidad en la atención y asesoría oportuna a las mujeres que han sido objeto de discriminación y/o violencia; así mismo incorporar la perspectiva de género en la planificación institucional, agenciar la igualdad de oportunidades y la equidad de género. Esta apuesta sociopolítica se logra en el gobierno del doctor Felipe Fabián Orozco, elegido alcalde de Popayán en 1998, quien en su campaña asumió el compromiso de establecer dicha oficina en favor de las mujeres.

Entendida la democracia como un sistema que permite la participación de la ciudadanía para expresar su opinión y ser escuchadas, en 1990 las mujeres establecen a nivel regional y nacional Mesas de Trabajo permanentes en diferentes áreas, como espacios amplios de coordinación y concertación para participar con propuestas en el proceso preconstituyente y ser reconocidas como sujetas de derechos en la nueva constitución que se empezaba a construir con otros actores sociales y políticos del país. En esta apuesta se suman a las mujeres urbanas de Popayán, liderezas campesinas que ayudaban a sostener sus fincas con diferentes proyectos productivos, quienes a su vez sentían que su trabajo como mujeres no era valorado ni reconocido a nivel social. De este proceso nace la Red Departamental de Mujeres del Cauca “Las Manuelas, nombre que hacía honor a dos grandes mujeres, Manuelita Saenz y Manuela Beltrán” 1

La primera sin duda, es considerada como una interesante guerrera defensora de la independencia de los países sudamericanos y defensora de los derechos de la mujer. La segunda, una mujer colombiana del siglo XVIII, considerada la primera heroína de la lucha independentista  y promotora de una revolución sin precedentes que desencadenó el movimiento de Los Comuneros y posteriormente la independencia de nuestro nación.

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Desde su nacimiento, La Red Departamental de Mujeres estructura su trabajo y esfuerzo colectivo para hacer incidencia social y política mediante la estrategia de trabajo en red, junto con otras organizaciones de Mujeres de todo el país que también promovían igualdad de oportunidades y derechos para acabar con la discriminación y exclusión de las mujeres en todos los ámbitos de la vida. Asi fueron reconocidos sus derechos en la nueva Carta Política de Colombia (1991). Este nuevo proceso de participación política deja como resultado el surgimiento de la Red Nacional de Mujeres de Colombia. Bajo el techo de esta nueva organización, que conjuga la diversidad étnica y cultural de las mujeres campesinas, mestizas, afrodescendientes e indígenas de las diferentes regiones, se cimientan las bases para construir un movimiento nacional con identidad femenina, concebir la democracia participativa y ampliar el estrecho margen de ciudadanía de las mujeres.

Desde esta nueva dimensión de género se sigue avanzando hacia el logro de una sociedad que le apuesta a la construcción de la paz, la justicia y la equidad desde la mirada de las mujeres; por ello se convoca con el concurso de todas las expresiones femeninas del país, la propuesta de realizar una ruta pacifica de mujeres por la paz hacia Mutatá en el año de 1996, como apoyo a la situación de violencia que vivían las mujeres en zonas de conflicto, además de visibilizar los efectos de la guerra en la vida de las mujeres y presionar por una salida negociada del conflicto armado en Colombia. Evento que dio origen a la Ruta Pacifica de Mujeres.

Una vez reconocidas, en la Constitución del 91, como ciudadanas sujetas de derechos, todas las organizaciones sociales y de mujeres, inician un amplio trabajo de divulgación de los derechos reconocidos y el fortalecimiento de los procesos organizativos de las mujeres en la región del sur occidente colombiano.